martes, octubre 18, 2005

LLOVIERON PIEDRAS

El sábado fue el funeral de mi abuela ¡que horror!. De verdad les digo que no tenía ni ganas de ir, pero como sabía que nadie iba a acompañar a mi madre... me arme de valor.

El día anterior nos habían preguntado si habíamos dispuesto varias micros para los "hermanos" evangélicos que iban a llegar por montones, ya que ella era una de las fundadoras de esa iglesia. Nosotros dijimos que no, que la verdad es que nos encontrábamos sin un peso, ya que Salo no me ha pagado, mi madre se encuentra en medio de un juicio contra su empleador por despido ilegal (sin contar con que desde que se hizo cargo de ella no pudo volver a trabajar) y la guindita de todo es que mi primo se dejaba toda la pensión de la señora sin la mas mínima vergüenza. Así que no teníamos de donde sacar. Nuestra respuesta no les gustó mucho.

El sabado llegamos a la iglesia y la mirada de sus hermanos de sangre fue brutal, ahora debo ser honesta en que de toda la gente que se supone iba a ir no llego ni el 10%, pero aún así la lengua mordaz de mi tía perfiló sus cuchillos hasta nosotras.

-¿Y el cuñado?- pregunto seria -¿que, no va a venir?- ahora el tono era casi de reto
-No- respondió mi mama - mi padre no se siente muy bien y no quiero que se estrese- (como si fuésemos a dejar que me lo crucificaran vivo a mi tatita, con 86 años no está para eso).
-Ahh era de esperarse- dijo irónica, lo que me termino reventando.
-Se quedó con mi hija y mi marido- le dije yo, un tanto desagradable - en buenas manos- le dije para rematar. Ahí comenzo el comidillo ¡pelambres por todos lados!. Las minas que estaban sentadas atrás de nosotras ni siquiera trataban de hablar bajo.
-Pobrecita la familia que le tocó (por nosotras)- decían mientras gimoteaba una lagrima que no les compre -que terrible, tan cristiana y la familia de perdidos que le tocó- y yo me seguía mordiendo la lengua para no dejar la cagada en la iglesia, pero no importa, ya tendré mi momento de refrescarle la memoria y aclarar unas cuantas cosas que parece que olvido de ella misma, porque en ese minuto me calle, pero insultos a mi madre YO NO AGUANTO.

Mis tios llegaron al funeral, contrario a todos mis pronósticos. Incluso el mayor se veía afectado ¡me daban tanta pena! ahí estaban los tres despidiendo a una madre que nunca estuvo presente, y teniendo que aguantar el escarnio público. La Martina tuvo incluso el descaro de decir que uno de ellos andaba tan borracho que daba asco, y hago la aclaración que ninguno estaba con la caña. Reconozco que mi tio mayor tomaba mucho y no habia caso que lo dejara, pero cuando le detectaron diabetes a su esposa y esta ya no pudo valerse por si misma, el dejó el trago por amor a ella ¡solo por ella, para cuidarla!.

El pastor cada vez que hablaba de pecadores nos apuntaba con el dedo a nosotras y con cosas que no venian al caso, habló de las adulteras, los sodomitas (palabra que odio), los ladrones y los descarriados del señor. Categorías en las que no encajamos.

Todos llorando, "despidiéndose" de la pobre, pero nadie se hizo cargo de ella ¡solo nosotras!. Mi tía capitalina diciendo que si ella se la hubiera llevado esto no habría pasado...ahhh pero ella no fue capaz de llevarse a su padre con ella cuando estuvo enfermo y murió sólo de un ataque al corazón que su mueca en la cara demostró lo mucho que le costo morir. Ahora todos eran santos, todos la querían.

Lo que me da mas lata es que todos juzgan a "mi" familia, a los de mi casa, dicen que dejaron a mi abuela botada, hasta el pastor habló del abandono de ella, pero nunca dicen que desde que se separó de mi abuelo, nunca más trató de ver a sus hijos. Por el contrario, dicen que mi abuelo se lo prohibía cuando mis propios tíos me cuentan de que mi tatita los obligaba a visitar a su madre y ellos no querían ir porque ella no los pescaba.

El pastor hablaba de su muerte en el hospital y no en la casa... pero una no es adivina para saber que alguien va a amanecer muerto, si llamamos a la ambulancia fue porque se veía mal, sin embargo mis tíos estuvieron a punto de morir cuando eran niños y ella nunca fue a verlos al hospital. Yo no sé verdaderamente que pasó entre mis abuelos y si ella lo llamaba gusano, por algo seria ¡eran rollos de ellos!, pero sus hijos ¿que culpa tenían?. Eso es lo que no entiendo ¿porque nunca decirles que los amaba?

Mi madre tiene un vacío en el alma que nada lo va a llenar. Me carga que hablen de mi mama y de mi abuelo, porque ellos han sido mi única familia. A mi mama la miran como puta sólo porque es soltera, pero las que si lo son ¡no importa, porque tienen a cristo en su corazón! tremenda incongruencia.

A mi abuelo le han dicho de todo: canalla, mal marido, cagado, ladrón, hereje y un sin fin de cosas, pero mi abuelo jamás me golpeo como lo hizo mi abuela, ni me dijo que yo no debía vivir porque era resultado de un pecado como lo hizo ella. Y yo de verdad que hasta podría olvidar todo eso si pudiera ver a mi mama más conforme con todo... pero no, ya es tarde para eso.

La noche antes de morir, mi abuela llamaba a mi mama y a mi abuelo, pero del hospital nunca nos pidieron ir para despedirnos... quizás, quizás las cosas habrían sido diferentes y mi madre habría abrazado a esa mujer tan extraña y se podrían haber dicho todo lo que nunca se dijeron. Ya sea por orgullo o por rencor, pero ella murió y se llevó consigo toda posibilidad de sanación y a nosotros sólo nos dejó malos recuerdos.

Yo sé que ninguna familia es perfecta, pero ya he visto suficiente para saber cómo NO QUIERO que sea la mía. Haré mi mejor esfuerzo para que seamos una familia de verdad.